Nuevos Usos para una Cuna

Los tres principios fundamentales para fomentar un consumo responsable y cuidar del medio ambiente son: reutilizar, reducir y reciclar. La regla de las tres erres. En este ocasión vamos a centrarnos en la primera de las erres: reutilizar y darle un aire nuevo a nuestro hogar.

Para ello comparto unas ideas muy sencillas de cómo he aprovechado una cuna. Y lo mejor es que al no dañarla ni cortarla, en caso de volver a necesitar hacer uso de ella, sólo debemos montarla de nuevo.

Un lateral lo he reconvertido en cabezal para la cama.12

Otro lateral en colgador y organizador de un rincón de arte.3

Los cubos son de Ikea y cuestan sólo 50 céntimos.

Me parecieron baratos, prácticos y versátiles.

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El somier en este caso ha pasado a ser un colgador múltiple. Poner ganchos a distintas alturas facilita que los niños y niñas puedan mantener en orden sus cosas.

Utilizando un colgador de puerta como base, no necesitamos ni hacer agujeros.

Más fácil imposible.5

Pan de Cerveza

Vuelvo con una receta de pan, pero no un pan cualquiera. Este pan es: EL PAN.

Un pan artesano hecho con cerveza. Auténtica delicatessen.

Hace unos días, con la receta de los Pancillos, os hablaba del placer de amasar y su poder terapéutico, así que hoy no me voy a repetir. Pero este pan es de esos que amasarlos es una delicia, por su aroma y su textura. Mientras se hornea, la casa se impregna de su olor y es una maravilla. Y una vez hecho tiene un sabor… ¡qué sabor!

Se realiza con cerveza negra de sabor intenso. La que mejor le va es la Cerveza Guinness, aunque en realidad se puede hacer con cualquier otra cerveza negra con cuerpo y carácter. También es posible hacerlo con una cerveza negra sin alcohol. Se supone que el alcohol de la cerveza se pierde con el calor del horno, pero no se puede asegurar que se vaya del todo, por lo que si alguien prefiere usar una «Sin» pues perfecto. Yo sólo lo he hecho así una vez y queda con algo menos de intesidad, pero poco apreciable.

Para hacer este pan, en primer lugar necesitamos preparar un POOLISH, que es un prefermento tipo Masa Madre, pero que se debe preparar cada vez que se va a hacer pan. Y, según el tipo de pan, las harinas son unas u otras.

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Para el Poolish de este Pan de Cerveza necesitamos: 50 gr de harina de centeno, 50 gr de harina de fuerza, 5 gr de levadura fresca y 100 gr de agua (sí, el agua va al peso). Lo mezclamos todo con la mano para integrarlo y lo dejamos reposar unas 3 horas. También podemos dejarlo hecho de un día para otro. Mejor en el frigorífico. Lo dejamos fuera una hora para que rompa a fermentar y al frigo, del cual lo sacamos 1 hora antes de empezar a preparar el pan. Si lo vamos a gastar antes de 6 horas no es necesario refrigerarlo.

Los INGREDIENTES para el Pan de Cerveza:

  • Todo el Poolish
  • 230 gr de harina de fuerza
  • 70 gr de harina de trigo normal
  • 100 gr de harina de centeno
  • 1 Cerveza Negra
  • 5 gr de levadura fresca
  • 10 gr de sal
  • Una cucharada de miel

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Ponemos todos los ingredientes en un bol, excepto la cerveza, que la vamos añadiendo muy poco a poco mientras integramos con las manos. NO la ponemos toda. Sólo la que las harinas nos vayan pidiendo. A mí siempre me sobra algo más de un «culín», pero menos de la mitad, de una lata de 33 cl.

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Pasamos a la encimera y amasamos durante 10-15 min.

Ponemos en un bol tapado y lo dejamos levar durante una hora (algo más en época de frío).

Pasado ese tiempo volvemos a la encimera y con las manos presionamos ligeramente la masa para sacarle el aire y le damos forma, amasando, pero realmente sin amasar, sólo deslizando entre las manos sobre la encimera.

Enharinamos un trapo de algodón o lino y ponemos la masa sobre él. Ponemos también harina sobre la masa y tapamos. A los lados ponemos unos libros o unos brick, dejando un pequeño hueco entre ellos y la masa. Para que, al hacer el segundo levado, el pan  crezca con una forma bonita, sin «desparramarse» y quedarse plano.

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Precalentamos el horno a 200º con vapor. Os recuerdo que yo para hacer vapor pongo en la parte de abajo del horno un molde (el mismo que uso para hacer bizcocho) con un poco de agua.

Pasada la hora, desde que pusimos la masa en el trapo, la sacamos, la pasamos a la bandeja del horno con papel vegetal y le hacemos una greña con un cutter o una cuchilla.

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Metemos al horno, cuando ya haya alcanzado los 200 º, con calor arriba y abajo. A los 10 minutos quitamos el vapor y lo dejamos a la misma temperatura 30 minutos más. Apagamos el horno y dejamos el pan dentro, con la puerta entreabierta 15 min. Después, sacamos el pan y lo dejamos enfriar. Una vez frío podemos cortarlo en rebanadas.

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Es un pan riquísimo para acompañar con queso, jamón, una tortilla de patatas… o para tostarlo en el desayuno y ponerle un poco de aceite de oliva.

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Si utilizamos Cerveza Guinness tenemos que tener en cuenta que las latas son de mayor capacidad. Con una lata de esta cerveza podemos hacer dos panes, por si necesitamos hacer más cantidad porque seamos más los que lo queremos disfrutar, o porque ya que encendemos el horno queremos aprovechar que el gasto es el mismo para hacer más pan. El que no gastemos lo podemos congelar sin ningún problema. Una vez descongelado está perfecto.

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Panecillos de Leche sin Leche

Amasar es un placer. Deslizar los dedos por la harina… integrarla con los demás ingredientes… aplastar con suavidad y contundencia a partes iguales…

Ahora que está tan de moda el Minfulness, la atención plena, el aquí y el ahora; amasar se ha convertido para mí en la forma de conectarme y desconectar a partes iguales. Y además, es una terapia con la que obtenemos resultados riquísimos.

Por otro lado, tiene su parte creativa. Experimentar con distintas harinas, distintos aromas, distintas texturas y por supuesto, una vez terminado, distintos sabores.

Hoy os voy a dejar por aquí una receta de unos tiernos panes de leche. Pero sin leche de vaca. Perfectos para vegetarianos y para intolerantes o alérgicos a la leche en sus distintas formas.

Con unas harinas sin refinar y con sabor puro. Por un lado la harina de Kamut, cereal de intenso sabor, con un toque dulce, lleno de minerales y nutrientes, ideal para niños en edad escolar. Por otro lado harina de Espelta, otro cereal también antiguo, altamente energético pero con menos calorías que la harina de trigo. Ambos cereales son bajos en gluten y muy digestivos. Esta receta admite las harinas que consideréis mejor. Tanto si queréis usar harina blanca de trigo tradicional o incluso harinas sin gluten, por lo que para celiacos no hay que adaptar ninguna parte de la receta. Sólo usar una harina sin gluten y ya está.

INGREDIENTES:

  • 500 gr de harina (en este caso mitad Kamut, mitad Espelta)
  • 250 ml leche de arroz a temperatura ambiente
  • 25-40 ml de agua (no ponerla hasta empezar a amasar)
  • 50 gr de aceite (sí, peso el aceite, no son ml)
  • 10gr de sal
  • 12 gr levadura fresca
  • 1 cucharada sopera de miel

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Ponemos en un bol las harinas.

Mezclamos la levadura con la leche de arroz (que no esté fría) y la añadimos.

Añadimos el aceite, la sal y la miel.

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Integramos con las manos dentro del bol. Pasamos a la encimera. Y empezamos a amasar. En este punto nos dejamos el agua preparada y vamos añadiendo a cucharaditas según lo que la masa nos va pidiendo. Sin pasarnos. Es mejor rectificar de agua que de harina, porque en el segundo caso perderemos las proporciones de sal y levadura.

Amasamos durante 1o-15 min. Ponemos en un recipiente la masa y la tapamos. La dejamos levar más o menos una hora (en invierno será un poco más).

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Pasado ese tiempo sacamos la masa y la cortamos en 10-12 porciones, de igual o parecido tamaño. Hacemos bolas y las vamos poniendo sobre papel vegetal (previamente enharinado) encima de la bandeja del horno. Esas bolas las chafamos un poco. Ponemos harina por encima (yo uso un colador para esparcir mejor). Y por último tapamos con un paño de algodón o lino. Lo dejamos otra hora para que haga un segundo levado.

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Precalentamos el horno a 220º y ponemos un «cacharro» con agua en la parte de abajo para que genere vapor (por ejemplo, un molde de los de bizcocho con un poco de agua).

Quitamos el trapo y hacemos una greña en cada panecillo. Yo utilizo un cutex que tengo guardado sólo para el pan y luego los abro un poco con los dedos para que hagan una greña bonita.

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Metemos los panes al horno. Los dejamos 10 minutos a 220º con el vapor. Después sacamos el agua y dejamos 10 ó 12 minutos más, pero ya sin vapor.

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Sacamos, dejamos enfriar sobre una rejilla y tenemos unos panecillos para bocadillos perfectos. Una vez que enfrían los podemos congelar y sacar cada día el que necesitemos. Si no los congeláis, lo mejor para conservarlos es NO meterlos en una bolsa de plástico. Es mejor una bolsa de tela o envueltos en un trapo.

De verdad que no es nada complicado, que yo me estoy leyendo a mí misma y parece mucho más laborioso de lo que en realidad es una vez metida en faena.

Seguro que con otras leches vegetales quedan bien, pero estoy convencida de que la de arroz es la suya.

¡A disfrutar!

 

Trenzaré mi Tristeza

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“Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza.

Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.

Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aún si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…

Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.”

Paola Klug. Tepoztlán, México. 

 

Todos los sentimientos son necesarios y desde la infancia debemos aprender a reconocerlos y expresarlos. Sin temor ni vergüenza. Fijaos si son importantes la emociones que en la era digital se han creado «emojis» para ayudarnos a expresar sentimientos virtualmente. Pero en cambio en la vida real tendemos a esconderlos. Parece que haya que estar siempre feliz.

Respetar los sentimientos es importante. Los nuestros y los de los demás. Cuando un niño necesita llorar que llore, que sepa que estás a su lado acompañando su tristeza, no le digas que lo que le pasa no es importante, porque para él su pena en ese momento es lo más importante del mundo, aunque no lo sea ante tus ojos de adulto. Cuando necesite reír, ríe con él. Cuando sienta miedo no lo ridiculices y cuando sienta rabia ayúdale a buscar la forma de canalizarlo. Pero que reconozca todas sus emociones. Que no las oculte para no ahogarse en ellas.

Que sí, que es genial ser positivo, pero esa corriente que impera ahora por hacernos creer que tenemos que emanar felicidad por todos los poros es de todo menos buena. Seamos felices sí, pero para ser felices tenemos que dejar que todos los demás sentimientos fluyan y no se nos enquisten.

Y cuando estés triste, recuerda este relato (que me encanta y por eso lo quería compartir) de Paola Klug y trenza tu pelo. Eso hago yo, trenzar mi pelo…

No tengas miedo de sentir. Estamos vivos, ¡qué se note!

 

Customizar Botas

El estilo boho vino para quedarse y a mí personalmente me encanta. Pero lo que no me
gusta tanto es caer presa del consumismo de las modas. Así que si quieres actualizar unas botas sencillas, porque ya te has cansado de su aspecto o quieres darle una imagen más moderna y personal, sin gastar apenas dinero, esta es la mejor manera.

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Botas antes del cambio

Todos tenemos en nuestra casa, y si no es en la nuestra es en la de nuestros padres, unos trozos de ribetes o cintas que han ido sobrando de arreglos anteriores. Y me atrevo a decir que los tenéis guardados en una caja de lata de esas de las de toda la vida. Esas cajas de nuestras madres y abuelas, que nos recuerdan a nuestra infancia y que, con lo que hay dentro, no pararíamos de customizar ropa o complementos.

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Caja Vintage de Abalorios

En caso de no tener ninguno que nos vaya bien podemos comprar el trozo que nos haga falta, porque necesitamos poquito y el metro de estos ribetes ronda el euro.

Una vez que tenemos los ribetes, cordones o cintas, los cortamos a la medida que necesitemos (de referencia tomamos la bota, pero mejor que quede holgado) y unimos los dos extremos con pegamento. Para que fije bien lo sujetamos con una pinza de la ropa unos minutos, hasta que seque el pegamento. También podemos poner algún cordón con abalorios. Para esto no hace falta ni siquiera pegamento.

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20160511_192447Los ponemos en las botas y trabajo terminado. Lo mejor de todo es que no es un adorno fijo, podemos hacer varios y ponerlos, quitarlos o combinarlos como mejor nos parezca, según la ropa que llevemos. Si los hacemos con milímetros de diferencia, en lugar de todos con la misma medida, no se solapan entre ellos. Más sencillo y barato imposible.

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Galletas de Lunares

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Hay días tan grises que necesitan dulce y color para levantar el ánimo.

Yo necesito luz y calor para recargar las pilas. Y si el tiempo no acompaña, tengo que buscar la forma de compensarlo, para salir del letargo.

Así que por aquí comparto una receta sencilla y rica para hacer más llevadero este «mayo que marcea».

Es la receta de las Cookies perfectas en cuanto a textura y facilidad para manejarlas. Normalmente las hago con pepitas de chocolate, pero para días que necesitan color, mejor con Lacasitos 😉

He ido probando y probando hasta dar con las proporciones adecuadas.

Ingredientes:

– 300g de harina
– 210g de panela* (o azúcar normal, moreno… )
– 125g de pepitas de chocolate o un puñadito de Lacasitos
– 125g de mantequilla ablandada (con dejarla una hora a temperatura ambiente suele ser suficiente, si no un puntito al microondas en modo descongelación)
– 1 huevo
– 1 cucharadita de levadura en polvo (Tipo Royal)
– 1 pizquita de sal
– 1 cucharadita de esencia de vainilla (esto va al gusto, no siempre le pongo)

*La panela es un azúcar sin refinar. NO es azúcar moreno realmente, es un azúcar de caña que no ha pasado por ningún proceso de refinado. Hace un tiempo estuve investigando sobre los endulzantes, porque quería reducir los refinados y descubrí que era el único de «fiar», ya que el azúcar de caña o moreno que nos venden no es tan natural como nos quieren hacer creer para el precio que nos cobran. Os pongo una foto de la que yo en concreto utilizo.

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Preparación:

Precalentamos horno a 180-190º

Batimos (mejor si es con varillas) la mantequilla junto a la panela o azúcar.

Añadimos el huevo y batimos.

Añadimos la sal y la levadura y batimos.

Añadimos la harina tamizada y batimos. En este punto yo termino de integrar todo con las manos porque tiene una textura difícil de trabajar con las varillas.

Por último añadimos el chocolate o los Lacasitos.

Con esta masa vamos haciendo bolas y las chafamos. Yo utilizo la tapa de un bote de cristal, para que al chafar queden todas del mismo grosor. En el caso de los Lacasitos ponemos algunos por arriba para que queden más bonitas. Yo prefiero poner dentro poquitos y añadírselos después.

Metemos al horno, a 180-190º (que ya está precalentado), unos 10 ó 12 minutos.

Dejamos enfriar

y ¡a disfrutar!

Globos personalizados: Angry Birds

Los globos de colores son sin ninguna duda el objeto decorativo de las fiestas infantiles por excelencia… y también el más barato. Pero, como busques globos tematizados con los dibujos favoritos de tus hijos, olvídate de la palabra barato.

Sin embargo, siempre está la opción de adornarlos al gusto de cada uno.

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En este caso lo que hemos hecho ha sido imprimir las caras de los pájaros de Angry Birds, recortarlas con tijeras y pegarlas a los globos con pegamento en barra.

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Con unos globos personalizados encontrarás una forma sencilla y económica de tematizar la fiesta al gusto del «cumpleañero».

Café molido: peeling para la piel y limpiador de tuberías

Seguro que  muchas de las personas que me leen, hasta ahora, tiraban los posos de café de la cafetera antes de lavarla, sin pararse a pensar que esos restos de café tenían más vida que ofrecernos.

Este es uno de esos trucos baratos, baratos… ¡tan barato qué es gratis!

Al abrir la cafetera para lavarla, en lugar de tirar el café del filtro, sólo tenemos que ponerlo en un bote o un cuenco.

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Nos lo llevamos al baño y cuando nos vayamos a duchar lo mezclamos con un poco de gel. No tenemos que hacer nada más. Lo vamos cogiendo con las manos y nos vamos masajeando el cuerpo y la cara, haciéndonos un peeling que nos va a dejar la piel muuuy suave.

Para nuestro cuerpo será maravilloso, un exfoliante totalmente natural, sin nada de químicos como otros productos caros que venden para tal fin. Nos dejará una piel de seda. Pero es que además ese café que va a parar al desagüe de la ducha también nos va a ayudar a mantener limpias las tuberías.

¿Se puede pedir más por tan poco?

Lámpara de Ikea «tuneada»

¿Convertir una lámpara barata en una pieza decorativa única? Sí, es posible…

Hacía varios meses que  nos habíamos mudado y la mayoría de las habitaciones seguían con las bombillas colgando del techo, esperando a encontrar una lámpara que nos gustara y que a la vez fuera económica, pero ese momento no llegaba, así que en una visita a Ikea decidimos comprar unas pantallas básicas, de 2,50 euros. No es que fueran muy bonitas, pero mejor que una bombilla colgando sola sí sería.

Una vez estaban puestas empecé a pensar en la posibilidad de decorarlas… y me puse manos a la obra.

Con papel de seda y cola he conseguido una lámpara única para nuestra habitación.

Lo primero es calcar el dibujo elegido en el papel de seda: en mi caso mariposas. Luego recortamos. La ventaja es que al ser tan fino podemos doblar varias capas y recortar varias mariposas a la vez.

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Una vez tenemos todo recortado vamos pegando con una mezcla de cola y agua. Primero ponemos un poco sobre el lugar que vamos a pegar y luego con el pincel vamos adhiriendo bien el papel de seda a la lámpara, con suavidad.

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Y ya está… colgamos, dejamos secar y disfrutamos de una bonita luz por muy poco dinero.

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Jabón de Lavanda: casero y natural

En esta ocasión me he decidido a “fabricar” un jabón casero y natural, aprovechando el cambio de aceite de la freidora, para darle un nuevo uso a ese aceite, creando un jabón que es toda una delicia para los sentidos.

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Entre sus ingredientes se encuentra por un lado el Aceite de Oliva, con sus infinitas propiedades conocidas por todos, auténtico oro líquido para nuestro cuerpo, tanto por dentro como por fuera. Por otro lado se encuentra la Manteca de Karité, con su alto poder hidrante y regenerador de la piel. Y por último la Lavanda, tonificadora y cicatrizante para las pieles delicadas y con un aroma al que se le asocian propiedades relajantes.

Para conocer la proporción exacta de cada producto utilicé una calculadora que podéis encontrar «clikando» aquí.

Teniendo en cuenta que partía de 410 gr de Aceite y 20gr de Manteca de Karité, el resto de ingredientes han sido: 147 gr de agua y 57 gr de sosa.

Lo primero es mezclar la sosa con el agua. El agua debe estar fría y debemos tomar una serie de medidas de seguridad porque los vapores de la mezcla pueden ser peligrosos. Yo lo hice junto al balcón, con todo bien abierto y ventilado. Vamos mezclando con una cuchara de madera con mucha paciencia. La primera apariencia del agua es blanca y sabremos que ya está todo bien mezclado cuando el agua vuelva a ser transparente.

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Este es el momento de añadir el aceite y mezclar con la batidora.

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Cuando esté bien integrado añadimos la manteca…. Y seguimos batiendo.

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A continuación ponemos un puñadito de flores de lavanda y mezclamos. Yo lo iba a mezclar con la batidora, pero cuando empecé pensé que mejor con la cuchara de madera para que las flores quedaran enteras.

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Una vez está todo mezclado sólo nos queda verter sobre un molde…

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y esperar entre 24 y 48 horas, hasta que el jabón ya esté solidificado pero aún sea blando para desmoldar y cortar.

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Y ahora llega el momento de tener paciencia, ya que hay que dejarlo “curar” de 4 a 6 semanas, y con ese aroma cuesta no caer en la tentación de empezar a usarlo.

La base de la receta es el aceite, el agua y la sosa… el resto de ingredientes: cuestión de gustos e imaginación 😉

Rudolf: el Reno más Dulce

La Navidad es una fiesta muy dulce y cálida… ¿y hay algo más dulce y cálido que el chocolate? Pues con chocolate y unas nubes de gominola podemos hacer esta chuchería con forma de reno, que será una delicia para los más pequeños (y los no tan pequeños).

Primero ponemos a fundir el chocolate al baño maría.

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Después pinchamos en un palito una nube.

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La cubrimos bien de chocolate y dejamos enfriar un poquito, pero sólo un poco, para que endurezca el chocolate y la decoración no resbale.

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Después sólo nos queda decorarla: la nariz es de lacasitos, los ojos son de fondant y los cuernos son de palitos salados.

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¡Bon appetit!

Cuenta Atrás: Calendario de Adviento

“Vueeeelveeee a casa vueeelve por Navidaaaddd”… o más bien vuelvo al blog con los preparativos de Navidad, que desde los comercios se empeñan a hacernos ver que las fiestas ya están aquí, con sus lucecitas de colores y sus turrones persiguiéndonos por los pasillos del supermercado.

Pero antes de la Navidad tenemos el Adviento y con él la cuenta atrás hasta la Nochebuena. Aunque litúrgicamente el Adviento no tiene porqué empezar el día 1, ya que se trata de un periodo que abarca los cuatro domingos más próximos a la Navidad, pero tradicionalmente los Calendarios de Adviento van del 1 al 24 de diciembre. Este año en concreto el día 1 de diciembre coincide con el Primer Domingo de Adviento, así que nuestro Calendario nos va perfecto y seguramente nosotros aprovechemos ese Primer Día de Adviento para colocar la decoración navideña en casa.

Y después de esta pequeña “lección”, nos ponemos manos a la obra con nuestro calendario-centro de mesa.

Se trata de un calendario de “cuenta atrás” realizado con cajitas de cerillas. Por un lado nos permite poner pequeño detalles cada día, como unos cromos, unos lacasitos, una pulsera, unas entradas para el cine… y por otro lado formará parte de la decoración navideña de la mesa.

Lo primero es forrar las cajas, con papel de regalo y cola blanca diluida con un poco de agua.

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Después ponemos los números, del 1 al 24. Yo he utilizado unos números adhesivos porque los tenía en casa, pero con rotulador también habrían quedado muy bien.

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Para que resulte más fácil abrir las cajitas, como si de un cajoncillo se tratara, he “cosido” un abalorio (la primera idea era poner un botón, pero los tenía que comprar, sin embargo los abalorios ya los tenía y  para ser “creativos en tiempo de crisis” lo mejor es aprovechar las cosas que tengamos por casa).

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Luego vamos pegando las cajitas entre sí con la forma deseada. En mi caso le he dado forma circular, de Árbol de Navidad, para utilizarlo como centro de mesa.

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Y por último podemos poner una estrella u otro adorno navideño que nos guste.

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Los calendarios de cuesta atrás no son exclusivos de las fiestas navideñas, ya que a los niños les encanta ir contando los días que faltan para las fechas importantes (como su cumpleaños), así que se pueden crear calendarios similares pero con decoraciones distintas.

Punto de Libro: Seta

Un punto de libro es un regalo bonito si tienes que hacer un detalle sencillo y económico pero en grandes cantidades, como los recuerdos para bodas, bautizos, comuniones… o como en este caso, que consistía en hacer un pequeño detalle como recuerdo de despedida para los compañeros de colegio de mi hijo.

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Lo primero que hizo Iván fue escribir con rotulador el mensaje “DE IVÁN PARA”. Ese mensaje lo digitalicé con el escáner y lo pasé como imagen a Word. Busqué una imagen de una seta y con Paint recorté la parte del sobrero. En Word puse la imagen de la seta, un contorno y dentro de dicho contorno la imagen del mensaje. Copié y pegué para que quedaran 4 por hoja. Lo siguiente fue imprimirlo en cartulinas.

Una vez impreso lo siguiente fue coger la lista de todos los niños de la clase y con rotuladores de colores Iván los fue escribiendo en cada punto de libro. La ventaja de escanear el resto de la frase es que en cada uno sólo había que escribir el nombre, haciendo la tarea más sencilla.

Luego yo los plastifiqué con papel adhesivo transparente (del que se usa para forrar los libros) y entre Iván y yo los fuimos recortando y haciendo un agujerito en la parte inferior.

Lo último fue poner un cordón para que el señalador haga bien su función de marcarnos la página del libro.

A los niños les ha gustado mucho y un detalle con forma de seta es el recuerdo más simbólico que Iván podía regalar en su despedida, además que con lo liados que estamos con la mudanza tampoco teníamos mucho tiempo de elaborar algo complicado, pero esta manualidad es original y sencilla.

Teatro: La Leyenda de Sant Jordi

Para celebrar el Día de Sant Jordi hemos hecho un espectáculo casero sobre “La Leyenda de Sant Jordi”.

Sólo hemos necesitado una rosa y una cartulina de color negro, a la que le he dibujado la silueta de los personajes con cera blanca, para posteriormente recortarla y pegarle con celo una pajita.

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Al teatro de cartón que hicimos este verano le he puesto un papel vegetal de los que se usan para el horno. Además, en la parte trasera he puesto una linterna para que el juego de sombras estuviera asegurado.

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Es una actividad divertida y súper sencilla que a los niños les encanta.

¡Feliz día del libro y de la rosa!

¡Feliz Sant Jordi!

Un tren para comer

Últimamente me pasa que cada vez que veo algo que me gusta lo primero que pienso es en cómo se podría hacer de forma casera, minimizando los gastos y dándole el toque personal. Al ver esta original vajilla de Boguslaw Sliwinski, que se encarga de hacer del momento de la comida bastante divertido, lo primero que he pensado ha sido: “Eso lo hago yo en  un momento”… 🙂

Y dicho y hecho. Lo primero ha sido encontrar un rotulador permanente, muy permanente, resistente a los lavados y que a su vez no fuera tóxico.

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Y ya con el rotulador en mano sólo ha sido ponerse manos a la obra.

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El resultado ha sido un éxito para los niños, que han devorado el cargamento de fresas y el soleado chocolate en apenas unos segundos.

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Hay que tener en cuenta esperar bastante tiempo antes de mojarlo, para que la tinta esté seca y adherida del todo.

Tengo en mente hacer otro con forma de camión, pero mientras hacía el del tren iba pensando que sería mejor idea utilizar un plato cuadrado, ya que se aprovechan mejor los espacios y la capacidad para la comida es mayor… pero eso para la próxima entrega 😉

Una camiseta para papá

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El mes de marzo ya está aquí… mes de los padres por excelencia, ya que el 19 de este mes se conmemora su día.

Cuando los niños son más grandes ellos mismo se encargan de crear algún detallito para sus papás, pero cuando son peques es a la madre a la que le suele tocar preparar ese detalle. Si no quieres caer en el consumo y acabar comprando el típico bote de colonia, igual esta idea te puede ir bien, ya que se puede hacer tanto con niños como con bebés.

Sólo necesitamos una camiseta de color liso o incluso blanca, pintura textil y una buena dosis  de paciencia 😉

Ponemos la camiseta sobre una superficie lisa y “pringamos” la mano del pequeño, ayudándonos de un pincel o un algodón, para poner la cantidad justa y que no se formen “pegotes”. Cuando la mano esté lista la apoyamos sobre la camiseta haciendo un poco de presión. Lo mejor es probar primero sobre una tela vieja. La misma operación se repite hasta terminar de llenarla con sus huellas de mano.

Y ya está, es bastante sencillo. Ahora toca lavar las manos del niño lo más rápido posible, teniendo en cuenta que no es pintura de dedos y costará un poco de quitar.

También es importante que la ropa que lleve el peque (y la nuestra) sea vieja y no importa que se manche, ya que al ser pintura para tela, en caso de mancharnos, no podremos quitar la mancha con nada.

La camiseta de la foto la hicimos nosotros hace ya varios años y aún se conserva el color en buen estado.

Si se trata de un niño de corta edad, o un poco inquieto, no esperemos un resultado profesional, pero seguro que el orgulloso papá lucirá con gusto su nueva camiseta.

Detergente «casero» para lavadora

La crisis agudiza el ingenio, de eso no cabe la menor duda, y con esto de apretarnos el cinturón todos vamos buscando la forma de ir recortando en la economía de nuestros hogares, a través de pequeños gestos, que céntimo a céntimo nos ayudan a ahorrar un dinerillo a final de mes.

Yo llevo un tiempo buscando “recetas” para fabricar un jabón para la lavadora económico y algo más ecológico que los jabones comerciales. He leído y releído, comparando unas y otras, hasta que me he atrevido a probar, dando con la “fórmula perfecta” (al menos para mí).

Sólo he necesitado una pastilla de jabón Lagarto de 150 gr., 3 litros de agua y 4 cucharadas de bicarbonato (o en caso de necesitar un detergente más potente utilizar un litro de activador del lavado).

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El jabón debe ser Lagarto, marca Lagarto, ya que otros jabones similares pueden llevar glicerina y no serían recomendables para la lavadora. Un pack de dos jabones Lagarto nos cuestan  1 euro, así que por ese precio nos podemos permitir usar una marca original en lugar de una marca blanca.

Podemos usar tanto bicarbonato como perborato, ambos son buenos para eliminar malos olores y “atacar” sobre las manchas, quizá más fuerte y efectivo el perporato.

Empezamos poniendo a calentar a fuego medio los tres litros de agua. Es importante que la olla sea grande, por si subiera un poco la espuma.

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Mientras, vamos rallando el jabón con un rallador normal de cocina. Se ralla muy fácilmente y queda igual que si hubiéramos rallado queso.

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Cuando el agua esté caliente, sin llegar a hervir, bajamos a fuego lento y añadimos el jabón lentamente. Vamos moviendo para que se derrita en el agua.5-6

A los 5 minutos el jabón ya estará derretido por completo en el agua y es el momento de añadir las 4 cucharadas de bicarbonato. Seguimos moviendo un par de minutos más para integrarlo todo y ya podemos apagar el fuego.

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Ahora sólo debemos esperar a que se enfríe la mezcla, podemos ir moviendo de vez en cuando. Veremos que la textura se va espesando.

8Cuando esté frío lo pasamos a una botella. La textura final es similar a una mascarilla para pelo de las que vienen en tarro, por lo que es mejor utilizar una botella de boca un poco ancha.

Para utilizarlo es tan sencillo como poner 100 ml. (esta cantidad es para una colada completa, de suciedad media) en una “arielita” y directa al tambor de la lavadora. En caso de no tener, y de no conocer a nadie que nos pueda dar una, en Mercadona las venden por 88 centimos (se trata de una inversión barata porque nos durará eternamente). Antes de cada uso es conveniente agitar suavemente la botella. Si hay manchas “rebeldes” lo mejor es frotar con una pastilla de jabón Lagarto directamente sobre la mancha.

Yo estoy encantada, la ropa sale limpia y suave, no como con otros detergentes que la dejan “acartonada”. Y más barato imposible, una pastilla de jabón nos sale por 50 céntimos y añadiendo el poquito de bicarbonato que empleamos  y el gasto de gas o electricidad para calentar el agua, como mucho debe subir un euro más. Así que por 1,50 (aproximadamente) tenemos detergente para 30 lavados… ¡mejor imposible!

(Añado un apunte, unos meses después de escribir esta entrada al blog. Últimamente necesitaba un detergente más potente, así que lo que estoy haciendo, con muy buenos resultados, es añadir un litro de activador del lavado líquido cuando ya hemos apagado el fuego. Así que por un precio estupendo, disfruto de 4 litros de un potente detergente para lavar la ropa en la lavadora)

Tortitas

Una merienda especial fuera de casa, es uno de esos placeres que la crisis y sus recortes nos ha hecho eliminar de nuestras costumbres.

¿Por qué serán tan caras las tortitas en una cafetería cuando en realidad la receta es bien barata y sencilla?

Pues esta tarde nos hemos puesto “manos a la obra” para crear estas tortitas americanas tan ricas y originales.

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Los ingredientes que necesitamos para la masa son los siguientes:

  • 200 gr. de harina
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 4 huevos
  • 250 ml. de leche
  • 30 gr. de mantequilla
  • Una pizquita de sal
  • Una cucharadita de levadura
  • Margarina para engrasar la sartén

Y el paso a paso es así:

En primer lugar separamos los huevos de las claras. Ponemos las claras en un bol y las yemas en otro.

En el bol de las yemas añadimos la harina tamizada, la levadura, la sal, el azúcar, la mantequilla derretida y la leche. Batimos con unas varillas, hasta conseguir que la masa tenga un aspecto suave y denso.

Después pasamos al otro bol, batimos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la preparación anterior.

Calentamos la sartén y la engrasamos con margarina, que repartimos con un pincel sobre la sartén.

Vertemos la masa para hacer las tortitas y cuando esté dorada la volteamos con una espátula y dejamos que se dore por el otro lado.

Así, una por una.

Para hacer estas tortitas con forma de corazón, con motivo del día de San Valentín, he utilizado un molde de galletas de tamaño grandecito, también engrasado, que he puesto sobre la sartén.

Luego sólo hay que decorar con sirope de chocolate y corazoncitos de azúcar.

Ha sido una merienda deliciosa y a los niños les han encantado.

Carnaval: Un vaquero con su caballo

El Carnaval ya está aquí y con él os traigo una propuesta, para aquellos padres y madres a los que les haya “pillado el toro” y necesiten un disfraz sencillo y económico de preparar.

Este disfraz en concreto está pensado para aquellos niños que son pequeños y se cansan de caminar por el desfile o cabalgata. Se trata de un disfraz de vaquero, pero la gracia está en disfrazar también el triciclo del pequeño, de esta forma el niño va cómodamente en su “vehículo”, que al ir tuneado de caballo le aporta un toque original y divertido al disfraz.

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Para el disfraz sólo necesitamos una camisa de cuadros y un sombrero de vaquero. Si tenemos un chaleco y un pañuelo para el cuello conseguiremos un disfraz más logrado. De todas formas, si no tenemos mucho tiempo para preparativos, un blister con todo lo necesario para un disfraz de sheriff lo podemos encontrar en las tiendas de “Todo a 100” por un precio que va entre 3 y 5 euros.

Para realizar el caballo sólo es necesario que nos hagamos con unos trozos grandes de cartón, a los que le daremos la forma deseada, adaptándolo a la medida del triciclo. Los detalles de las crines y los ojos están hechos con cartulinas, aunque también se podrían pintar. Para la cola utilicé tiras de papel de seda en tonos marrones y negro.

¡A disfrutar de la fiesta vaquero!

Adornos de Navidad Reciclados: Pingüino

Cada vez que veía una botellita de yogur líquido Hacendado (tipo Actimel, pero de Mercadona) pensaba en qué podía hacer con ellas, son tan monas que me daba una penita tremenda tirarlas a la basura, pero no puedo guardar todo lo que cae en  mis manos porque acabaría con un Síndrome de Diógenes tremendo. Sin embargo, ayer se me encendió la bombillita y lo tuve claro, como no me había dado cuenta antes… ¡tienen forma de pingüino!

Y ahora que se acerca la Navidad, y que estoy ultimando los adornos del Árbol, unos pingüinitos seguro que quedan muy bonitos, así que probé y el resultado ha sido bueno.

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Primero corté y quité la etiqueta que lo recubre, después con un rotulador negro permanente pinté el cuerpo. Una vez seco corté el cuello de la botella (este paso es mejor hacerlo antes que el de pintar, pero yo iba sobre la marcha probando). Por último, tuve que tejer a crochet un pequeño gorro, pegarle unos ojos, una naricita de fieltro y un pequeño botón… y listo, ahora sólo me queda hacer unos pocos más para que le hagan compañía en el Abeto de Navidad.

Taburete-Puff con forma de Seta

A mi hijo le encantan las setas (creo que ya lo he repetido algunas veces jejeje) y hace poco vimos una fotografía que hizo mi hermana de una seta que era como una papelera-paragüero, que estaba en una tienda en Noruega (y no, no era plegable para poder traérsela en la maleta). Obviamente el chiquillo vio la foto y quedó alucinado. Concretamente lo que dijo fue: “Sé que no existe pero podemos inventarlo, por fi, por fi, por fi…”. La verdad es que no entendí muy bien eso de que no existe, pero igualmente yo, como no podía ser de otro modo, me puse a darle vueltas a esta cabecita que tengo sobre los hombros.

Y pensé en hacer una especie de “puff” con forma de seta… pero luego pensé más y se me vinieron a la mente unos taburetes que andaban por mi casa de pequeña, hechos con unas cajas de detergente de aquellas redondas y enormes.

Y así se me ocurrió hacer este taburete-puff con forma de seta, que a su vez sirve para guardar dentro juguetes.

 Para hacer la base he necesitado una papelera de plástico resistente (comprada en una tienda de las antiguas “Todo a 100”), que he forrado con papel adhesivo blanco.

 Para hacer la parte superior he necesitado una manta roja de Ikea, a la que le he cortado un trozo redondo bastante grande. Estas mantas sirven para todo… ya las había usado antes para hacer disfraces.

Después, con una mantita de color crudo he recortado unos círculos que he cosido al círculo grande rojo. Posteriormente he cosido un dobladillo y he pasado un elástico.

He metido relleno de un cojín y para hacer de soporte he puesto una tapa de un cubo, pero puesta del revés para que no resbale de la papelera al sentarse. Explicado creo que no se entiende muy bien, pero en las imágenes queda bastante claro.

Ahora sólo me queda hacer otro taburete igual para su hermano y que no haya peleas en casa. ¡Poco a poco el comedor va a parecer un bosque de setas!

Castañuelas: Tortuga Sonora

El 22 de noviembre, con motivo de Santa Cecilia (Patrona de la Música), celebran en el colegio de mi hijo el Día de la Música. Para conmemorar tal fecha cada año piden a los niños que realicen un instrumento musical con ayuda de sus familias, para hacer una exposición en la entrada del colegio. Y también como cada año, a la hora de hacer esta actividad, para mí son indispensables dos requisitos: que el instrumento suene de verdad (hay manualidades con cartón muy bonitas para hacer un piano, pero es sólo decorativo, no suena) y que el niño participe activamente en su elaboración. Este año nos hemos animado a hacer unas castañuelas sencillas y originales.

Hemos necesitado unos trozos de cartón, que hemos pintado de color verde.

Luego hemos pegado todos los trozos, así como unas chapas que son las que dan sonido a las castañuelas.

Por último hemos cubierto de fieltro a la tortuga, para recrear el caparazón.

Para hacerla sonar sólo hay que chocar las chapas entre ellas, igual que si se tratara de unas castañuelas.

La Fageda d’en Jordà

La Fageda d’en Jorda es una impresionante bosque de hayas, situado en la zona volcánica de la Garrotxa (Girona).

En otoño el hayedo saca sus mejores colores de tonos ocres y pardos, dando al paisaje un aspecto mágico como si de un cuento se tratara, donde la imaginación de los más pequeños puede dar lugar a interesantes historias sobre gnomos y hadas.

Las setas se esconden entre las hojas caídas de los árboles, intentando pasar desapercibidas ante nuestros atentos ojos, pero no dejaremos de verlas durante todo el paseo, apreciando la gran variedad micológica presente en esta húmeda zona.

También se trata de una oportunidad estupenda para ver y tocar las piedras volcánicas que acompañan nuestros pasos durante todo el camino.

En la Fageda se pueden realizar varias rutas senderistas o con bicicleta de montaña, con distintos niveles, dependiendo de la dificultad y la distancia que queramos recorrer. Es importante una buena orientación y no perder de vista los carteles, ya que las indicaciones dentro del bosque pueden ser escasas y perderse entre senderos no es difícil (y esto lo digo desde la propia experiencia). Nosotros pretendíamos hacer el sendero Joan Maragall (la ruta 2, de 1,5 km, la más indicada para niños de corta edad) y en algún punto nos mezclamos con otro sendero, por lo que la caminata fue bastante más larga de lo esperado.

Lo mejor es partir desde el parking de Can Serra (allí está el centro de información de La Fageda y dejar aparcado el coche nos costará dos euros) y solicitar un plano en el punto de información.

Una vez allí sólo debemos dejarnos conectar con la naturaleza, respirar el aire puro y disfrutar del entorno.

Tarta de Halloween

No hay celebración sin su pastel y Halloween no podía ser menos. Yo me resistía a celebrar esta fiesta, pero ya que he caído, caigo de lleno con tarta incluida!!!

Se trata de un sencillo bizcocho de chocolate, decorado con fondant, que nos ayuda a crear una tela de araña con su pequeña arañita. La tela de araña quizá queda mejor si se hace con chocolate blanco fundido o incluso con leche condensada, pero no tenía en casa y como se trata de una creación express (y en un día de lluvia, con pocas ganas de salir a comprar) pues me he conformado con el fondant que es lo que tenía.

¡Feliz Halloween… Feliz Castanyada… Feliz Noche de Muertos… Feliz (cualquier celebración que hagáis este día ;-)… !!!!!